En este evento de diciembre vinieron algunos familiares a
pasar el “año nuevo” con nosotras (mi madre, mi hija y yo) y fue muy
interesante ver como es nuestra interacción
de entrada el uso de palabras altisonantes cargadas de energía emocional
“negativa”, de la que en anteriores blogs he hecho referencia que lo veía como
“normal” el hablarnos mediante el uso de groserías/abuso y que más adelante yo
misma me permití ser dirigida por el pasado hablando y hablándoles a los demás
con “mentadas de madre” siendo muy dura conmigo misma y para/con los demás y
paradójicamente deseando querer tener una familia “mejor” por lo que me separé de mi realidad como yo misma existiendo
en los deseos dentro de mi mente creando más conflicto y fricción, teniendo
reacciones energéticas de enojo/frustración/odio, proyectándola específicamente
para/con mi madre, pasando yo misma por la victimización, echándole la culpa
por no llenar mis expectativas de “madre tele novelera” que algún tiempo me
requeme para fugarme de mi realidad juzgándola como una “vieja estúpida e
irresponsable y ausente” ya que me doy
cuenta que la he seguido viendo con los ojos de niña y aquí veo y entiendo que de hecho nunca he tenido
una relación en lo físico con mi madre, porque lo que soy en relación a ella en mi mente lo he construido y manifestado desde
mi mente es una versión alterna de mi madre desplazada como yo misma sólo para
mi interés propio / intención / deseos y necesidades de mi mente dentro de mí,
deformando mi realidad actual con respecto a mi madre.
Me perdono a mí misma que no he aceptado y permitido a
mí misma desde el principio hasta ahora estar en la igualdad y unicidad con y
como vida, en lo físico conmigo misma, ya que veo y me doy cuenta que dentro y
a lo largo de mi vida he “vivido como un patrón / memorias como niña con mi
conciencia automatizada” por ejemplo: el habituarme hablar / dirigirme a mi
madre, mis hermanos, hijas, amigos con lenguaje grosero con carga energética
emocional, justificándome, dentro y como el engaño de mi misma con que así
somos en la “Familia T” abdicando la responsabilidad de mi misma a un apellido,
ya que veo y entiendo que no he tomado la decisión de crearme y manifestarme
como la responsabilidad de mi misma donde el apellido es irrelevante.
En y cuando me vea a mí misma justificarme, engañarme a
mí misma, abdicando la responsabilidad
de mi misma a un apellido. Me paro y respiro, ya que me doy cuenta que he
renunciado / abdicado la responsabilidad de mí misma a un apellido. Me comprometo
a mí misma dentro y como la realización de mi cuerpo físico, asistirme y
apoyarme tomando el acuerdo de intimidad conmigo misma dando vida a mis
palabras al comunicarme conmigo misma y con los demás y dando solamente lo que
me gustaría recibir dentro y como sentido común respirando a cada momento.
Me perdono a mí misma por haber aceptado y permitido a
mí misma no darme cuenta que he vivido queriendo deseando tener una Familia
“mejor” ya que he tenido la idea / creencia que las familias de mis amistades o
conocidos son mejores, poniendo a la mía como “peor”, ya que desde niña siempre
buscaba quedarme a dormir en las casas de las amigas, y que hoy veo y entiendo
que había como la esperanza/ilusión de que podría quedarme a vivir con ellos
para siempre llenando al fin mi expectativa de tener la “Familia Mejor”,
existiendo siempre “ahí fuera” ya que me doy cuenta que nunca me sentí capaz de
llenarme a mí misma, experimentándome siempre como el requerir ser llenada a
fuera, por lo que desde ahí manifesté más fricción con mi familia por no
enfrentar el conflicto dentro de mí en mi mente que el deseo/necesidad de
querer tener una “familia perfecta” es lo que he permitido y aceptado separándome
de mi misma, por ello me perdono a mí misma por haber aceptado y permitido
separarme a mí misma de querer/desear/poseer una “familia mejor” a través de
aceptar y permitirme a mí misma definir mi bienestar, cuidado, atención y
reconocimiento dentro de poseer, querer y necesitar una “mejor familia”, fuera
y en separación de mi misma.
En y cuando me vea a mí misma queriendo, deseando
poseer una “familia perfecta” fuera y en separación de mi misma, me paro y
respiro, ya que me doy cuenta que he existido perdida en el deseo, perdida en
querer vivir la vida de los demás, buscado “allá fuera” ya que entiendo que
cuando miro a los demás y a sus familias yo interpreto lo que tienen como de lo
mejor y ahí es donde yo me hago menos a mí misma y al final también a los demás.
Me comprometo a mí misma Tomarme a mí misma, aquí en consideración, en lo que
realmente disfruto cuidando de mi misma con atención y reconocimiento de mi
misma, no aceptando y permitiendo volver a dejarme de lado en las
fantasías/ilusiones, sueños guajiros, pensamientos, imágenes y deseos,
comprometiéndome a darme cuenta que la Vida ya es y no necesita llenarse, por
lo tanto, me comprometo a Reconocerme como Vida asistiéndome dentro y como el
Respiro y donde yo no “necesito / deseo” algo de “allá fuera”, permaneciendo
aquí, de píe como el sentido común y la aceptación de mi misma dentro y como la
unicidad igualdad con todo.
Aqui Respiro.
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